Festivales: Reseña "Viet and Nam" FICValdivia 2024

La película forma parte de la categoría Selección Oficial de Largometraje del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICV), dirigida por el cineasta vietnamita Minh Quý, conocido por su enfoque experimental y su habilidad para entrelazar narrativas personales y políticas en su obra. El director ha generado controversia previamente con su película Viet and Nam, una producción que explora las tensiones entre identidad y memoria en el contexto de la posguerra vietnamita. Su particular estilo ha sido tildado de polarizante, especialmente por su audacia estética y las interpretaciones simbólicas de la historia reciente de Vietnam.

SINOPSIS

Viet y Nam se aman. Ambos son mineros y trabajan a 1.000 metros bajo tierra, donde les guarda el peligro y reina la oscuridad. Con el carbón se ganan la vida, mientras contaminan la tierra y el mar. Mar negro. Carbón negro. Carbón quemado. Carbón húmedo. Carbón polvoriento. Cuando Nam decide irse del país recurriendo a un traficante que contrabandea personas en contenedores, se produce un quiebre entre su amor por Viet y los deseos de un futuro para sí mismo.

La cinta, que desafía las convenciones tradicionales del cine bélico, ha recibido tanto críticas entusiastas como duras, particularmente por su manejo no lineal de los tiempos narrativos y su estilo visual poético. Su participación en festivales internacionales, incluyendo Cannes, ha consolidado su reputación como un director de visión arriesgada. Aunque 'Viet and Nam' no obtuvo premios, su presencia en Cannes marcó un hito importante para el cine vietnamita en el escenario global.

En su exploración de las cicatrices invisibles que dejó la guerra de Vietnam, esta película logra transmitir una atmósfera profundamente íntima y cargada de significado a través de una narración onírica y contemplativa. Los diálogos entre los dos personajes principales, una pareja de enamorados que caminan por un mismo sendero, reflejan no solo su conexión personal, sino también las profundas heridas emocionales que aún persisten tras el conflicto.

El film utiliza el viaje de estos personajes como una metáfora de la búsqueda de sentido en medio del trauma colectivo. Las conversaciones entre ellos, cargadas de simbolismo, actúan como el hilo conductor que guía al espectador a través de paisajes desolados, llenos de sombras del pasado y sueños rotos. La dirección opta por un ritmo pausado, lo que permite al público sumergirse en la melancolía que emana de cada escena, mientras las imágenes evocan los ecos del conflicto de una forma poética y reflexiva.

A nivel visual, la película ofrece un enfoque contemplativo, donde cada cuadro está lleno de detalles que enriquecen la narrativa emocional. Las tomas largas y los silencios profundos enfatizan la sensación de soledad y el peso del pasado, haciendo que la experiencia sea tanto visual como sensorial.

Aunque no se trata de una película bélica tradicional, su acercamiento a las secuelas de la guerra, a través de una historia de amor y pérdida, logra un impacto emocional poderoso. Es una obra que invita a la reflexión, utilizando el espacio onírico para tocar temas universales como la memoria, el duelo y la búsqueda de redención tras la tragedia.