'Bring her Back': Construir el Terror

Tras el éxito de Talk to Me (2022), los hermanos Danny y Michael Philippou vuelven a poner su sello en el terror con Bring Her Back (o Haz que regrese en su título en español), una película que confirma su interés por empujar el miedo hacia territorios menos convencionales. Aquí la vulnerabilidad se convierte en el eje central: el peso del duelo y la forma en que el horror puede instalarse en lo cotidiano marcan la diferencia frente a otros estrenos recientes del género.

La historia sigue a dos hermanos que, tras la repentina muerte de su padre, pierden también el único punto de apoyo que les quedaba. En medio de la desorientación, son enviados a una casa de acogida donde los recibe el perturbador personaje interpretado por Sally Hawkins. Lo que en apariencia debería ser un refugio, pronto se transforma en una trampa que amenaza con desestabilizarlos aún más.

El duelo funciona como la puerta de entrada del miedo, un dolor que abre grietas por donde se filtran los peores fantasmas.

Si bien el relato incluye elementos clásicos del género —rituales, posesiones, entidades demoníacas—, estos permanecen en un segundo plano. Lo que realmente impacta es la psicología de los personajes: la sensación de estar atrapados en dinámicas de manipulación, el temor a la pérdida y el vacío que deja la ausencia.

En el cruce de lo sobrenatural con lo real, los Philippou confirman que su mirada va mucho más allá del susto fácil, la formula está en indagar en emociones mucho más profundas: buscar el punto de fractura. Se convierte así en una exploración de las estructuras de poder, mostrando que el mayor terror no surge de posesiones o demonios, sino de las dinámicas de abuso y manipulación que habitan en el día a día.

Una película que deja preguntas abiertas y que se cuestiona las múltiples formas en las que se puede manifestar el dolor. Una verdadera pesadilla con la que más de uno de nosotros puede identificarse.