'Too Much': Lo que se siente no se guarda

Esta es la historia de una neoyorquina que, en sus 30's tras terminar una relación de siete años y en medio de un cambio laboral, deja Estados Unidos para empezar de cero en Londres. En ese nuevo escenario, se enfrenta a una cultura distinta, nuevas formas de afecto y a un torbellino de emociones que la obliga a repensar quién es, qué quiere y cómo se habita el amor.

Lo nuevo de Lena Dunham nos recuerda lo que sabe hacer: convertir su experiencia personal en una herramienta de creación.

En ese ejercicio íntimo que no le teme al ridículo ni a la contradicción, se revela una incomodidad compartida: la de sentirse constantemente desbordada por pensar, querer o sentir demasiado. ¿Qué lugar le damos a la intensidad en una cultura que muchas veces la patologiza o la reduce a un problema que hay que corregir?

“Supongo que elijo el caos, o de hecho, el caos me eligió a mí”, dice Jessica el personaje protagonizado por una impecable Megan Stalter en un momento clave de la serie.

Esa frase podría ser el corazón de ‘Too Much’, donde el fluir de conciencia se convierte en estructura narrativa. Lo que en lo social se leería como "ser sin filtro", aquí se transforma en una forma honesta de mostrarse al mundo: desde la vulnerabilidad y la sensibilidad. No como defecto, sino como identidad.

Los personajes son complejos, contradictorios, incómodos, pero profundamente honestos a sí mismos. Son esas personas que hemos sido, que hemos amado, que hemos dejado atrás.

Nos recuerdan vínculos reales: los que marcan, esos que no se explican con facilidad. Y en su fricción, en su torpeza, en su sinceridad, reconocemos algo que nos permite decir: “me ha pasado” o “yo también he sido así”.

Y aunque 'Too Much' no es perfecta, hay algo profundamente bello en contar una historia sobre el deseo de estar bien, sobre cómo seguimos adelante cargando todo lo que nos trajo hasta aquí.

Porque a veces, lo más revolucionario no es tener todas las respuestas, sino atreverse a decir: esto es lo que siento, y descubrir que no estamos solas en sentirlo.